miércoles, 19 de septiembre de 2007

Soñando voy, soñando vengo, por el caminoooo, yo me entretengo

Ayer, en esos pequeños ataque de optimismo que me invaden en los días que puedo disfrutar tanto del sol como de la lluvia, me dio por pensar en los sueños que tenemos, que cumplimos, que olvidamos...

Hice tantas tipologías como sueños recuerdo:

El sueño que nunca supimos que deseábamos hasta que lo encontramos (véase mi parient)

El sueño que le queda mejor a otra persona (véase éxito profesional)

El sueño que nos inventamos cuando olvidamos los demás (véase viajes o vestidos)

El sueño anticomplejos (véase eliminar defectos físicos)

El sueño que compartimos con los demás (véase la lotería)

El sueño de la infancia que algún día hará de colchón (véase ser una soltera molona)

El sueño por fascículos (véase aprender a ser feliz)

El sueño que cuando consigues pierde brillo y gana intensidad (véase total y obligada independencia económica)

El sueño que aún no has soñado (véase... ya he dicho que áun no lo he soñado)

El sueño que más deseas para los demás (véase una casa para mamá)

El sueño pequeñito (véase ver siempre esa sonrisa)

El sueño ambicioso (véase todos los sueños cumplidos y mejorados)

El sueño fiasco (véase acabar con un amor platónico equivocado)

jueves, 13 de septiembre de 2007

Batallando

Sabía que tenía que pensar en positivo, sabía que tenía que relajarse, nada debería afectarle, y menos podía cambiarle el humor la falta de algo que necesitara, pues no debería necesitar nada, debería ser autosuficiente. Así se lo habían enseñado en la Academia Militar. Fortaleza, optimismo, voluntad, lucha... Pero a ella no le salía bien, no sabía despreocuparse de los detalles, las pequeñas nimiedades le venían grandes. Estaba más acostumbrada a identificar un grave problema, averiguar la solución, llevarla a la práctica en un espacio corto de tiempo y despreocuparse. Era capaz de matar a un enemigo en un segundo, con un tiro certero en la sien, volver a reanimar a su compañero caído y conciliar el sueño sin problemas al llegar al campamento. Pero lo difuso la sacaba de quicio, necesitaba definir conceptos, incluido el tiempo de duración. Estaba claro que la vida no era una batalla, era una guerra con enemigos que se convertían en aliados y traidores en el cuerpo, sin una fecha conocida de la firma del tratado de paz, sin el arma adecuada para cada momento, sin el mismo rancho todos los días que te asegura que ganes o pierdas seguirás comiendo mientras sigas vivo. Pero esta era su verdadera guerra y tendría que aprender a ser estratega y dejar atrás a la soldado.

sábado, 8 de septiembre de 2007

"La señora Dalloway" de Virginia Woolf

"Porque ya no lo soportaba más. Aunque el doctor Holmes dijera que no era grave. ¡Cuánto más preferiría que hubiera muerto! No podía seguir sentada a su lado cuando miraba de quel modo y no la veía y todo resultaba tan terrible; cielo y árboles, niños que jugaban arrastrando sus cochecitos, tocando el silbato, cayéndose; todo era terible. Septimus no se mataría; y ella no se lo podía contar a nadie. "Ha trabajado demasiado", era todo lo que podía decirle a su propia madre. Amar nos separa de los demás, pensó. No se lo podía contar a nadie, ni siquiera a Septimus ya, y, al volver la vista, lo vio sentado, solo, con su abrigo raído, en el banco, inclinado hacia delante, mirando fijamente. Y era cobardía en un hombre hablar de quitarse la vida, pero Septimus había luchado en la guerra; era valiente; pero ya no era Septimus. Si se ponía el cuello de encaje, si se ponía el sombrero nuevo, su marido no se daba cuenta; y era feliz sin ella. ¡Ella nunca sería feliz sin él! ¡Nunca jamás! Septimus era egoísta. Como todos los hombres. Porque no estaba enfermo. El doctor Holmes decía que no le pasaba nada. Extendió las manos. ¡Mira! El anillo de boda le bailaba en el dedo, de tan delgada como se había quedado. Era ella quien sufría..., pero no tenía a nadie a quien contárselo."

martes, 4 de septiembre de 2007

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Alguien dijo una vez:

"Ámame cuando menos me lo merezca, porque será cuando más lo necesite"

Hasta ahora siempre pensaba en esa frase como una petición que hacer cuando necesitabas perdón, comprensión o cualquier tipo de apoyo.

Hoy me pongo en el lugar de quien ama, y es increíble sentir que no es algo que cueste esfuerzo, sino que sale natural.

Ahora toca amar a quien siempre lo mereció cuando más lo necesita.